La Meringaie nació de una idea sencilla: reinventar el merengue con elegancia, equilibrio y creatividad, al ritmo de las estaciones. Fundada en 2015 por Marie y Benoît, nuestra primera boutique abrió sus puertas en la calle Lévis, en el distrito 17 de París. Muy pronto se convirtió en un lugar imprescindible del barrio, apreciado por los amantes de los dulces que buscaban un merengue más ligero, más fino y más sorprendente. Desde entonces, nuestra aventura se ha expandido a cuatro boutiques en París. En estos diez años de pasión por el merengue, también hemos publicado dos libros de recetas para compartir nuestro amor por la pavlova y la repostería con todos los curiosos y apasionados. Hoy, La Meringaie celebra su décimo aniversario con la misma ilusión que el primer día: reinventar la pastelería a través del merengue.
Nuestras pavlovas son nuestra firma. Con un 30 % menos de azúcar que las recetas tradicionales, son crujientes por fuera, suaves y ligeras por dentro, y siempre están decoradas con frutas frescas de temporada y nata montada delicada. Cada pavlova evoluciona a lo largo del año para destacar los sabores del momento, y lleva un nombre antiguo —Pélagie, Sidonie, Honorine— en un encantador guiño al siglo XVIII, época en la que el merengue conquistó la repostería. Más allá de las pavlovas, dominamos todos los tipos de merengue —francés, suizo, italiano— y los sublimamos para crear postres refinados, aéreos y deliciosos. Por último, nuestros macarons se inspiran en nuestras pavlovas: sabores emblemáticos reinterpretados con audacia, frescura y ligereza. Ya sea una pavlova o un macaron, cada creación de La Meringaie está pensada como un equilibrio perfecto entre textura, sabor y elegancia: un momento de dulzura simplemente irresistible.